El lipofilling facial, también conocido como relleno graso o transferencia de grasa, es un procedimiento estético que implica la extracción de grasa de una parte del cuerpo mediante liposucción y su posterior inyección en áreas específicas de la cara.
El objetivo de este procedimiento es restaurar o aumentar el volumen en áreas de la cara que han perdido grasa o proyección ósea debido al envejecimiento; por ejemplo: los pómulos, las mejillas, el área de las sienes o la mandíbula. También puede utilizarse para corregir asimetrías faciales o irregularidades en el contorno.
Generalmente, la grasa se extrae del abdomen mediante liposucción y se procesa y purifica para ser inyectada a nivel facial mediante cánulas. En el postoperatorio es frecuente la inflamación y la aparición de hematomas, pero su resolución es rápida, pudiendo el paciente retomar su vida normal.
45 minutos
Local y sedación o anestesia general
No
1 semana
Los resultados del lipofilling son duraderos y muy naturales. Aunque siempre se reabsorbe un pequeño porcentaje de la grasa que inyectamos, la que permanece, queda definitivamente en la zona donde la hemos inyectado.
Las incisiones necesarias para insertar las cánulas son milimétricas y se esconden en zonas que no sean visibles, así que no quedan marcas visibles.
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